Para que un establecimiento hotelero pueda garantizar una alta calidad en sus servicios, y consiga buenos rendimientos económicos, es necesario que todas sus infraestructuras puedan funcionar de forma correcta. Son las tareas de mantenimiento de un hotel las que hacen posible todo esto, y son las responsables de proporcionar el confort necesario a sus clientes, de tal forma que se encuentren como en su propia casa y que no tengan ninguna duda de volver a usar sus instalaciones. Pero ¿en qué consisten? Y ¿cuáles son sus áreas de actuación? Lo analizamos a continuación.

mantenimiento de un hotel

Cuál es el mantenimiento básico de un hotel

El mantenimiento de hoteles y restaurantes tiene como objeto la optimización de las operaciones de trabajo y la de crear el ambiente ideal tanto para sus clientes como para sus empleados. Son las operaciones necesarias de revisión y control de todos los componentes y sistemas que se usan para realizar las actividades regulares del negocio.

El mantenimiento de un hotel puede incluir diversas operaciones en varios ámbitos como pueden ser en construcción en general, electricidad, climatización, fontanería, mobiliario y, en general, en todos los ámbitos necesarios para que sus instalaciones funcionen de manera correcta.

Todas estas operaciones deben ser efectuadas por personal cualificado, y no es de extrañar que muchos de estos negocios dispongan de personal interno contratado para su realización, pero también, no es raro encontrar una externalización en estos servicios con empresas especializadas en el mantenimiento contratado de un hotel como mh INDUSTRIAS.

Áreas clave

Si hay un activo que más importancia tiene dentro de un negocio hotelero son sus habitaciones; son las que aseguran la experiencia inolvidable a los clientes, y deben estar en perfectas condiciones para asegurar una estancia cómoda y confortable. Pero también, las zonas comunes deben estar en perfecto estado de funcionamiento, zonas como las habilitadas para restauración, salas de reuniones, de audiovisuales o el hall principal, deben estar impecables, ya que son una parte importante de la imagen del negocio.

De esta forma, las áreas donde el mantenimiento debe tener un mayor enfoque son:

  • Climatización: tanto la calefacción como el aire acondicionado son uno de los grandes motivos de queja por parte de los clientes. Un buen mantenimiento facilitará tener la temperatura deseada y evitará la aparición de malos olores.
  • Iluminación: usar bombillas de calidad y tener controlada la vida útil de las mismas evita muchas limitaciones en la experiencia como usuario de los huéspedes.
  • Fontanería y saneamiento: fugas y malos olores son las consecuencias de una deficiencia en mantenimiento, no solo pueden provocar graves daños en la infraestructura hidráulica, sino que perjudican la comodidad de los clientes.
  • Cocinas: los equipos utilizados en cocina deben tener un buen mantenimiento, de esta forma se aseguran los estándares de calidad y servicio y la adecuación al Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC).
  • Telecomunicaciones: estas redes han cobrado especial importancia en los últimos tiempos. El usuario de un hotel quiere conectividad, por lo que un buen funcionamiento del wifi y de la televisión es fundamental para la comodidad de un cliente.

Como hemos visto, el mantenimiento de un hotel no solo es necesario para un buen funcionamiento de sus instalaciones, también mejora la experiencia de usuario y, con ello, la satisfacción por parte de sus clientes. Es imagen, calidad y servicio, algo imprescindible que mejora la marca de una empresa hotelera y la posiciona dentro del mercado.

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