Con el mantenimiento de instalaciones industriales se puede calcular el valor de reemplazo de activos (RAV, por las siglas en inglés) y determinar el coste de mantenimiento de una planta.
Esto se hace a través de una ecuación:
Porcentaje de RAV = (Coste anual de mantenimiento x 100) / Valor de reemplazo de los activos a los que se le hizo mantenimiento.
Este indicador hace referencia a la vida útil de los equipos. El RAV es el coste actual de reemplazo de un activo existente en una planta de producción por uno nuevo y con las mismas características.
En este sentido, hay que calcular el RAV para comprobar si el mantenimiento acumulado equivale al coste del equipo en su valor presente.
Esto incluye conseguir en el mercado equipos equivalentes al que se tiene en la planta, y si los del mercado presentan innovaciones, implantarlas en los procesos de producción, de modo de adaptarlos a los nuevos equipos.
En términos prácticos, significa que los equipos instalados deberán actualizarse con nuevos materiales para operar eficientemente y de manera parecida a los equipos mejorados del mercado.
Para el mantenimiento de instalaciones industriales se recomienda cambiar o sustituir los equipos cuando se tenga un valor aceptable y aproximado al valor de los equipos ya instalados, que se sitúa en un rango comprendido entre el 10 % y el 20 % del valor actual de los nuevos equipos.
En otras palabras, si reemplazar equipos instalados por unos nuevos cuesta alrededor del 10 % o el 20 % es aconsejable cambiarlos.
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Cómo se calcula según la vida útil de los equipos
Para calcular el coste si la empresa tiene menos de 10 años de instalada, se tomará como referencia el coste de capital original del mantenimiento acumulado en la misma.
Incluso se puede actualizar reemplazando equipos por un coste menor de lo que en principio costaron, si bien la diferencia puede que no sea notable.
Pero si la empresa tiene más de 10 años hay que hacer otros cálculos. Hay que tener en cuenta que el valor de los activos originales puede aumentar debido a la inflación media anual, aunque no sea equivalente al tiempo de uso de los equipos.
Esto se debe a que por lo general los costes de fabricación disminuyen gracias a las innovaciones de los fabricantes.
Por otra parte, otro factor que hay que considerar son las tarifas de mano de obra, que suelen verse impactadas por la inflación. Sin embargo, la misma empresa de hace 15 o 20 años, al reemplazarse por equipos actuales, probablemente necesite menos inversión que cuando se fundó con los equipos originales.
Para determinar el RAV en estas plantas, se puede sumar el valor de los activos actuales teniendo en cuenta el mantenimiento aplicado, registrado en los datos de contabilidad.
Otros métodos de cálculo del RAV
Otra forma es utilizar cálculos paramétricos, donde se realizan relaciones estadísticas de costes en plantas ya construidas, y así tener una idea de lo que costaría construir una planta parecida.
Para ello se puede hacer seguimiento de dos o tres plantas construidas recientemente, con procesos y equipos similares, y comparar de forma paramétrica los valores y llegar a un promedio aceptable para reemplazar los equipos.
Este proceso de cálculo de valor de los activos de sustitución debe hacerse en cada área de la planta.
Una vez que se tengan los datos, hay que dividir el coste total de mantenimiento anual (todos los costes de mantenimiento de instalaciones industriales en que se ha incurrido para mantener operativos los equipos).
Esto dará como resultado una cifra porcentual del RAV, y permitirá saber con más certeza los costes de mantenimiento actual de los equipos.
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