La eficiencia energética en edificios tiene una incidencia directa en el valor de éste. Pues, de acuerdo con las normativas establecidas, para alquilar o vender debemos tener un certificado energético.

Pero, más allá de los precios, se trata reducir las emisiones contaminantes que amplían los efectos del cambio climático. Porque cuando los edificios son eficientes energéticamente, benefician al planeta y por consiguiente a todos.

Los edificios con un adecuado aislamiento reducen su dependencia de los sistemas de climatización. De esta forma favorecen el ahorro en costes energéticos y brindan un mayor confort.

¿Cómo lograrlo?

La importancia de la eficiencia energética en edificiosUn edificio eficiente debe contar con un diseño especialmente pensado para serlo. No obstante, un mantenimiento apropiado logra reducir el consumo energético y minimiza los costes energéticos de la infraestructura.

El adecuado mantenimiento mejora los niveles de eficiencia energética de un edificio. Es por ello que un edificio gestionado de manera eficiente debe contar con servicios de mantenimiento proactivo. Así como con labores de mantenimiento predictivo para garantizar su sostenibilidad de cara al futuro.

Eficiencia calculada

Para calcular la eficiencia energética en edificios hay que medir la energía consumida durante un año en condiciones normales. Algunos de los aspectos influyentes en este sentido son la ventilación, calefacción, iluminación y el agua caliente sanitaria, entre otros.

Todas estas mediciones formulan ciertos valores finales en consumo de energía, que se evalúan en kilovatios hora por metro cuadrado (kWh/m2 año), así como en kilogramos de CO2 por metro cuadrado de vivienda.

Todo lo anterior implica la eficiencia energética de edificaciones basada en emisiones de CO2 al año y el consumo de energía primaria no renovable registrado cada año.

Clasificación energética

Basado en las mediciones antes descritas, los edificios obtienen el certificado energético que presenta una clasificación determinada expresada en letras de la A hasta la G.

  • Un edificio con clasificación energética A consume hasta un 90% menos de energía que otros con niveles más bajos.
  • Una edificación que obtenga clasificación B implica un consumo en torno al 70% menos de energía.
  • La clase C, denota un consumo un 35% menor que el resto.

La clave para obtener calificaciones más altas es combinar un diseño pensado para ser eficiente y las adecuadas medidas de mantenimiento. Entre ambas lograrán reducir notablemente el consumo energético del edificio.

Grandes ventajas

La adecuada eficiencia energética en edificios conlleva importantes beneficios. De cara al medio ambiente, al reducir las emisiones contaminantes. Para los usuarios de la instalación, aumentando su confort. Y, finalmente, para los responsables de la misma, pues reducirá considerablemente su consumo y los costes operativos.

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