Para entender qué es la Energía Inteligente o Smart Energy, primero tenemos que saber que es uno de los puntos clave en la hoja de ruta de los gobiernos europeos para hacer el cambio necesario hacia las Ciudades Inteligentes.

El concepto Smart City o Ciudad Inteligente, empieza a sonar cada vez más en nuestra sociedad y desde diferentes sectores se están tomado acciones para convertirlo en una realidad. La UE introduce el concepto de Ciudad Inteligente desde una visión amplia del término en algunas de sus publicaciones, definiéndolo como ciudades que mejoran la calidad de vida de las personas, la economía y la gobernanza en el avance por un futuro bajo en emisiones de CO2.

Teniendo en cuenta la frecuencia creciente de las alertas de precaución por alta contaminación en ciudades como Madrid, Barcelona o incluso en zonas de Catalunya alejadas de la gran metrópolis como la comarca de Osona, parece difícil imaginar una situación de bajas emisiones de CO2 en un futuro más o menos cercano.

Sin embargo la UE dibujó en 2015 una hoja de ruta con hitos muy concretos, persiguiendo reducir el uso de energías fósiles y contribuir así a la construcción de sociedades más sostenibles. La Comisión Europea estableció en uno de sus acuerdos que para 2020 debía reducirse el consumo de energía en los edificios. Así lo recoge el Plan Estratégico Europeo de Energía (European Strategic Energy Technology Plan).

Los edificios son precisamente focos de consumo muy elevados en las ciudades. Lo veremos con más detalle un poco más a adelante.

Si vamos a construir un modelo de ciudad sostenible e inteligentemente conectada, los expertos establecen 9 áreas de acción a trabajar: los edificios, el transporte (especialmente importante en España porque supone el 40% del consumo energético), la salud, la educación, la gobernanza, los servicios públicos, la administración, la energía y el medioambiente.

Vamos a centrarnos en cómo contribuye la energía, el uso que podemos llegar a hacer de ella y sus funcionalidades.

 

Energía Inteligente

Centrándonos en la Energía Inteligente hay dos aspectos clave para la construcción de Smart Cities: los Smartgrids o Redes Inteligentes y los Smart building o Edificios Inteligentes.

La Red Inteligente es una pieza muy importante para un uso eficiente, la interconexión de los recursos energéticos y la movilidad urbana.

El Smartgrid debemos verlo como una columna vertebral de conexiones donde se integran y se comunican entre ellas múltiples tecnologías pertenecientes al sector de la energía y al de la movilidad.

Un ejemplo de ello es que todas las acciones de usuarios, tanto generadores como consumidores de energía, están conectados, por lo que se consigue establecer un suministro eléctrico eficiente, seguro y sostenible.

¿Cómo es esta conexión entre elementos y acciones en la Red Inteligente?

Para poder hacernos una idea más clara de este tipo de red y las funcionalidades que introduce en el mercado, resaltaremos algunas de las funciones principales:

  • Optimiza la conexión de las fuentes de energía renovable, mejorando la capacidad y por lo tanto reduce los costes de esta conexión.
  • Es capaz de automatizar procesos, optimiza el funcionamiento de la propia red para mejorar los índices de calidad y reducir perdidas.
  • Permite el funcionamiento de instalaciones de pequeño tamaño, desarrollando arquitecturas descentralizadas.
  • Integra de manera efectiva nuevas tecnologías de almacenamiento y de generación intermitente.
  • Facilita que el consumidor haga una gestión activa de su consumo, por lo que mejora su eficiencia energética y el control de sus gastos.
  • Integra cargas móviles para vehículos eléctricos, minimizando el desarrollo de nueva infraestructura y habilitando nuevas funcionalidades de almacenamiento de la energía que poseen.

Las tecnologías de movilidad y energía que pueden conectarse a esta red se irán incorporando por fases en las ciudades hasta conseguir que las Smart Cities dejen de ser una meta y se conviertan en nuestro día a día.

De esta manera las energías renovables de generación distribuida como las renovables, las centrales eléctricas virtuales (VPP), los contadores inteligentes, los vehículos eléctricos y la infraestructura de recarga, quedaran implantados en nuestras ciudades y conectados entre ellos.

Smart Building

Según datos de la Unión Europea, recogidos en la Directiva EPBD 2002/91/CE, más del 40% del consumo de energía en las ciudades Europeas se debe a la calefacción y la iluminación de los edificios, siendo estos la mayor fuente de emisiones de CO2 en ciudad y va en aumento en los últimos años.

Si hasta el momento la calefacción y el agua son los elementos que producen más gasto energético, la iluminación y los Electrodomésticos están escalando en las estadísticas, debido sobre todo al uso de nuevos dispositivos y al crecimiento de las TIC.

Pero además del consumo que hacen los usuarios de los equipos, los edificios en sí mismos son considerados como sistemas de energía intensiva a través de su ciclo de vida. Un indicador muy importante a tener en cuenta para evaluar las capacidades de eficiencia de un edificio es el que está relacionado con el año de construcción.

El futuro y el desarrollo de los edificios inteligentes en Europa se fundamentan en 6 pilares:

  • Objetos inteligentes, capaces de recibir y transmitir información, como los que se integran en sistemas de sensores.
  • Una comunicación fluida y fácil entre dispositivos y usuarios. Los edificios inteligentes favorecen la transmisión de información entre dispositivos e interfaces interactivas y accesibles a los usuarios (user-friendly).
  • Dispositivos por control remoto.
  • Sistemas inteligentes de Gestión de Edificios (BMS).
  • Sistemas inteligentes de Control Energético de Edificios.
  • Eficiencia económica e impacto en el ahorro de energía.

Con la implementación de este conjunto de tecnologías interconectadas entre sí,  con una base de energía renovable muy importante, reduciremos el consumo y ahorraremos económicamente mientras desarrollamos sociedades prosperas con un modelo de crecimiento mucho más sostenible.

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