No existe prácticamente nada que la tecnología no haya podido cambiar durante los últimos años. La proyección y construcción de edificios no ha sido una excepción y también ha experimentado transformaciones revolucionarias. Como resultado, nace la tendencia de los smart buildings.
Los edificios inteligentes vienen integrados con sistemas para tramitar de modo automatizado cada funcionalidad de la instalación.
Procesos como la gestión de la eficiencia energética, la climatización, seguridad, iluminación o videovigilancia, entre otros, están bajo control integral en los smart buildings.
Mayor seguridad, un descenso significativo de los costes operativos, mayor eficiencia y una vida mucho más cómoda, son sólo algunos de los beneficios que brindan este tipo de construcciones.
Interconexión digital
La conexión digital de los objetos cotidianos con Internet ha impulsado esta nueva generación de edificaciones conocidas como smart buildings.
En plena era del Internet de las Cosas (IoT) las construcciones se adaptan a los requerimientos y prioridades de los usuarios. En parte mediante sistemas de gestión inteligente, que permiten una gestión eficiente de la energía y los recursos. Y también con la domótica, que automatiza los procesos y facilita la interacción de la instalación con el usuario.
Buscan integrarse en el entorno en el que han sido ubicados, por ello los smart buildings consiguen ser más sostenibles. Para ello reducen sus niveles de contaminación y consumo energético recurriendo al uso de energías alternativas. Su diseño a nivel arquitectónico está pensado para ser lo más eficiente posible y evitar la dependencia de sistemas de climatización en la medida de lo posible.
Así son
Para identificar a los smart buildings solamente tenemos que fijarnos en ciertas características:
- Son ecoeficientes. Utilizan sistemas y materiales que garantizan su eficiencia energética.
- Tienen alta conectividad. Los smart buildings tienen la particularidad de brindar a los usuarios de la edificación un gran cúmulo de datos útiles. Ya sean aquellas personas encargadas de su mantenimiento y gestión o simplemente aquellos que interactúan con ella sin más.
- Son seguros. Sus sistemas de control ofrecen una mayor seguridad frente a todo tipo de fallos o amenazas.
- Son accesibles. Se trata de edificaciones con alta accesibilidad para todos, incluyendo aquellas personas con discapacidades o movilidad reducida.
Las ventajas de los smart building
- Su sistema es capaz de recopilar datos y aprender constantemente de ellos para ser cada vez más eficientes.
- Al adaptarse totalmente a las necesidades de los usuarios, los edificios inteligentes generan mayor satisfacción y bienestar.
- Poseen procedimientos de consumo eficiente para optimizar la gestión de los recursos que necesitan para funcionar correctamente.
- Garantizan el bienestar de sus residentes atendiendo cada detalle de confort y estética.
- Sus sistemas de control permiten detectar posibles fallos antes de que se produzcan y repararlos a tiempo.
- Su elevada eficiencia energética es una muestra de responsabilidad con el medio ambiente.
- Su aplicación no es exclusiva en nuevas edificaciones, también resulta posible rehabilitar construcciones existentes. Ya sea mediante nuevos métodos de aislamiento térmico, renovando sus sistemas energéticos o adoptando energías alternativas.
Una necesidad
Los estudios determinan que los edificios son responsables de gran parte de la energía total consumida en las grandes ciudades. Por ello, los smart buildings dejan de ser una tendencia para convertirse en una necesidad, porque están destinados a mejorar el bienestar personal y optimizan la eficiencia de las instalaciones.