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Las edificios y locales comerciales que cuentan con instalaciones de cocina industrial pueden tener un consumo energético de cinco a siete veces superior que el resto de edificios comerciales. Incluso si se trata de cadenas de restauración en las que se trabaja a gran volumen pueden llegar a utilizar hasta 10 veces más energía. Esto se debe a que este tipo de instalaciones necesita un gran rendimiento, y constante, destinado a iluminación y refrigeración.

Llevar a cabo una gestión energética para una cocina profesional basada en la sostenibilidad y la eficiencia es todo un desafío. Se deben seguir una serie de pautas correctamente si queremos que los esfuerzos acaben dando sus frutos. Garantizar el uso eficiente de la energía es una práctica empresarial que mejora la rentabilidad del negocio, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y conserva los recursos naturales.

Cualquier proceso tiene sus inicios y desde este post le ofrecemos algunos consejos para su cocina industrial que le ayudarán a empezar a crear un negocio eficiente:

  • Mantenga y repare. Puede que muchos elementos de su cocina no estén en buen estado y esto genere una serie de pérdidas de energía que hacen que su bolsillo se resienta poco a poco. Juntas de refrigerante flojas, puertas del congelador que no cierran, maquinaria de cocina que faltan piezas…., todas estas “fugas de energía” deben ser reparadas y mantenidas correctamente cuando sean detectadas. No permita que el uso diario eleve sus facturas de energía.
  • Cuidado con el tiempo de inactividad. Si deja su equipo encendido cuando no lo está utilizando, esto le está generando una pérdida de dinero. Implemente un plan de inicio/apagado para asegurarse de que los equipos estén en funcionamiento solo cuando lo necesita.
  • Elija electrodomésticos con certificación energética. Si está buscando nuevos equipos en el mercado, debe tener en cuenta varios factores como el ciclo de vida útil de los equipos, el precio de compra, los costes anuales de energía y otros costes a largo plazo asociados con el equipo. Asegúrese de pedirle a su distribuidor o diseñador de cocina que le suministre equipos con certificación energética.
  • Recalibre para mantener la eficiencia. El rendimiento de sus equipos de cocina puede variar con el tiempo. Los termostatos y los sistemas de control pueden fallar, quedar fuera de calibración o desajustarse. Tenga en cuenta realizar un control regular del termostato en sus electrodomésticos, refrigeración, lavavajillas y calentadores de agua y reajustarlos a la temperatura de funcionamiento correcta.
  • Cocine eficientemente. De la misma forma que debemos controlar la cantidad de alimentos que cocinamos para no desperdiciar nada, es importante saber que algunos equipos son más eficientes para cocinar que otros. Por ejemplo, los hornos o las parrillas tienden a ser más eficientes que los asadores. Examine sus métodos de cocina y menú; encuentre fórmulas para cocinar con aquellos electrodomésticos que gasten menos energía, siempre que sea posible.

Por lo que a iluminación se refiere, debemos saber que la luz es un importante consumidor de energía, con un promedio del 13% del total de energía consumida en un local de las características que estamos tratando, y es un buen elemento para comenzar nuestra mejora de eficiencia. Algunos consejos para llevar a cabo una iluminación eficiente son:

  • Emplee el cambio a dos niveles. La conmutación de dos niveles le permite controlar un sistema de iluminación en grupos de lámparas o accesorios. De esta manera, podrá apagar la mitad de las luces de una habitación cuando no es necesaria la iluminación completa. Este proceso servirá para ejercer un mayor control sobre aquellas luces que no necesitemos y poder apagarlas para que no supongan un desperdicio de energía innecesario.
  • Instale luces inteligentes. Los atenuadores de luz diurna son sensores especiales que atenúan automáticamente las luces de la habitación según la cantidad de luz natural libre y natural disponible. Los atenuadores están disponibles tanto para LED como para CFL. Es muy recomendable su instalación, siempre que sea posible.
  • Cambie las señales antiguas de abierto/cerrado y de SALIDA con iluminación LED para ahorrar energía adicional.
  • Apague las luces en áreas desocupadas y donde la luz del día sea suficiente.
  • Instale sensores de ocupación, salas de almacenamiento, salas de descanso y baños.

En cuanto a la calefacción y la refrigeración de nuestra cocina profesional se recomienda cambiar, si es posible, todos aquellos elementos que hayan podido quedar obsoletos por nuevos equipos más eficientes. Por ejemplo:

  • Los equipos de HVAC comerciales ligeros pueden ahorrar una gran cantidad de dinero al año, dependiendo de su uso actual. También existen modelos de ventiladores que utilizan hasta un 70% menos de energía que los modelos estándar.

Estos son otros aspectos que debe tener en cuenta sobre la refrigeración y la calefacción de su local:

  • Cambie su filtro de aire regularmente. Verifique su filtro todos los meses, especialmente durante verano e invierno, que es cuando su uso es más intenso. Si el filtro está sucio después de un mes, cámbielo. Como mínimo, cambie el filtro cada 3 meses. Un filtro sucio reducirá la velocidad del flujo de aire y hará que el sistema derroche energía de más para mantenerlo caliente o frío.
  • Ajuste su equipo HVAC anualmente. Del mismo modo que la puesta a punto de su automóvil puede mejorar su consumo de gasolina, una puesta a punto anual de su sistema de calefacción y refrigeración puede mejorar la eficiencia energética del mismo. Esta revisión le servirá también para prevenir posibles averías que pudiese sufrir el equipo al cabo de tiempo.
  • Instale un termostato programable. Un termostato programable es ideal para espacios desocupados durante varios períodos de tiempo a lo largo de la semana.

También puede reducir el calor y el humo en su cocina apagando la campana de extracción cuando esta está en desuso.

Otra opción es un sistema de control de calor que utiliza sensores para controlar la cocción y varía la velocidad del ventilador de extracción para que coincida con sus necesidades de ventilación.

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